Desde Dante a la poesía caballeresca, Ibn Arabí ha influido de manera decisiva en el pensamiento de Occidente a través de los más de cuatrocientos libros, desde ensayos cortos a monumentales obras, que han dado respuesta a una multitud de buscadores de la iluminación interior. «(...)‘Contemplad toda la creación bajo una única luz para que veáis la verdad. Sólo existe una luz, pero bajo esa luz se ven diferentes cosas. La luz lo unifica todo. Este es el significado de la unidad del ser’. Esa luz borra la duda y la fealdad de la imaginación. El ser humano cuyo corazón está libre de la fealdad, ve la única, la más perfecta, la más hermosa existencia. No hay más daño, confusión o deformidad: todo está bien, es verdadero y hermoso. Un ser como éste ve su propia existencia imaginaria como la manifestación de la Verdadera Existencia y, de este modo, pasa de su existencia a la Verdadera Existencia. Contempla a toda la humanidad y a todo el universo como creación sin falta, perfecta y hermosa, pues la Verdad es hermosa. Y lo ve todo unido en el amor». (del Epílogo de Tosun Bayrak al-Yerrahi)