El turismo cultural está incrementando su demanda. España, gracias a su enorme patrimonio, tiene un gran potencial en ese nuevo consumo, complementario con el tradicional turismo de sol y playa. No somos atractivos sólo por nuestros grandes monumentos, sino por la red de pueblos, castillos, iglesias, palacios, museos o colecciones diversas que jalonan todo nuestro territorio. Pero gran parte de este patrimonio, en manos públicas o privadas, no está puesto en valor. Existe, pues, una gran oportunidad para los propietarios o gestores de ese patrimonio, que pueden rentabilizarlo adecuadamente, creando riqueza y empleo. ¿Pueden las ruinas de un castillo ser el germen de un futuro negocio? ¿Sabemos darle la importancia y el valor adecuado a nuestro legado histórico? ¿Puede crearse un museo de titularidad privada y recibir para ello ayudas oficiales? ¿Puede un ayuntamiento incluir el turismo cultural como una fuente de ingreso en sus iniciativas de desarrollo local? ¿Son subvencionables este tipo de iniciativas por los fondos europeos? ¿Son compatibles con el desarrollo rural? ¿Qué tipo de público se interesa por el patrimonio? ¿Cómo se da a conocer? ¿Cómo se gestiona, explota y rentabiliza? En el presente manual se dará respuesta a estas y otras preguntas. Tanto las instituciones públicas como los particulares encontrarán las claves necesarias para llevar a cabo la correcta ordenación de un archivo, el inventario de bienes de interés artístico o incluso la creación de un museo. Los pasos a seguir para una correcta gestión del patrimonio se explican acompañados por numerosos ejemplos reales. Se pretende con ello concienciar de la potencialidad económica que encierra el legado de nuestra historia. No se trata tan solo de conocer el principio legal y ético de su conservación. No. El libro va mucho más allá: también puede convertirse en un razonable negocio, que permitirá mantener y mejorar el patrimonio, a la vez que se crean empleos de calidad, directamente relacionados con la sociedad del conocimiento hacia la que caminamos.