Sevilla, Puerto de Indias. Los galeones traían oro, plata, nuevas especies vegetales y animales, y, como no, también desconocidas enfermedades. Desde su puerto embarcaban hacia las tierras americanas aventureros, soldados, curas, aperos y, también, dolencias que terminarían diezmando a la población indígena. En este rompeolas cultural, mercantil, político y sanitario, Sevilla tuvo que hacer frente con sus propias fuerzas a un sin fin de epidemias, algunas de ellas desconocidas, luchando no sólo contra la habitual estrechez de medios económicos, sino, sobre todo, contra los prejuicios sociales y religiosos de una ciudad que se debatía entre lo moderno y el inmovilismo. Sevilla, Hospital de Indias es un trabajo de investigación, riguroso, divulgativo y sorprendentemente ameno, de una época en que la capital andaluza también lo fue de Europa, como principal promotora del descubrimiento de América. El siglo XVI sevillano ha sido estudiado desde muchos puntos de vista en cuanto a su aventura americana, pero nunca lo había sido, con la profundidad que este libro lo hace, en el aspecto de la asistencia médica y sus interesantes derivaciones sociológicas. Tomando la salud como principal motivo de su trabajo, Antonio Guerra -médico y periodista- analiza la compleja sociedad sevillana. Cabildo, cofradías, Santo Oficio de la Inquisición, nobleza, médicos acomodados y perseguidos, curas de misa y olla, sacrificados religiosos, costumbres y tabúes sexuales... Todos van pasando por el afilado escalpelo del autor, hasta terminar en un epílogo que muestra cómo los viejos vicios siguen anclados en la Sevilla actual. Una crónica de lectura apasionante, difícil de abandonar desde el principio al fin, que nos permite intuir el alma inmutable de una Sevilla eterna.