Nos imaginamos al actor Billy Bob Thornton leyendo entusiasmado esta novela y ensayando ya algunas muecas que le irían bien al protagonista, Alberto Aragüés. Sí, tendría que buscar en Google las localizaciones ?Zaragoza, Valdemoro??, algo sobre el guiñote y qué es eso de la Guardia Civil. Aunque las escenas en bares de gasolinera abiertos de madrugada, lo de la droga o el tema de Asuntos Internos le resultarían bastante familiares. Y es que esa mezcla de realidad local y americana es el espacio natural en el que mejor se desenvuelve la literatura de Fernando Martín Pescador. Y con ese fondo de escenario y sobre una trama de corrupción recurrente, crea el autor un personaje para la Historia, que no nos lo llevaríamos a casa, vale, pero igual porque ya lo tenemos, igual ya tenemos vidas escritas a golpe de hechos casuales, identidades patéticas a la deriva, sin diagnóstico que nos guíe, igual ya tenemos vidas de comediante con mujeres u hombres que te acompañan solo hora y media, igual ya tenemos una profesión que no nos gusta y un muerto sobre nuestras espaldas porque se nos disparó la pistola en un momento regular, en fin. A lo mejor por eso mismo de reconocernos un poco en sus páginas nos seduce tanto Carabinieri, quién sabe. Y, claro, una vez hayas leído este libro tan original y divertido, ya lo advertimos, lo sentimos por el libro que vayas a leer después.