Peter Pan entró sigilosamente en el dormitorio de Wendy, Juan y Miguel. Había perdido su sombra y estaba seguro de encontrarla allí. Su diminuta compañera, Campanilla, le advirtió que estaba escondida en un cajón de la cómoda, pero en el revuelo que se armó persiguiéndola despertaron a los tres hermanos, que, emocionados, celebraron conocer en persona a su héroe.