En los años sesenta, el mundo se llenó de espías y Johnny Hazard, aventurero por libre, sucumbe a las necesidades del momento y se convierte en improbable agente secreto de una organización llamada “Wing”, a las órdenes del misterioso benefactor Míster Alfa.
Para no desmerecer de otros espías del momento, algún gadget le auxilia, aunque no sea gran cosa (un anillo con microcámara o con un transmisor). Lo que sí cambia un tanto es la relación de Johnny con las chicas. Estas adoptan en ocasiones un rol sexualmente activo… y él se deja querer.
“Hazard, deje lo que tenga entre manos”, le ordena Míster Alfa. Y Johnny deja de besuquear a la rubia Astrid y se lanza a la acción.