Paralelamente a la célebre ruta jacobea, siguiendo la
costa desde bastante cerca, transcurre el Camino del
Norte, que también podría denominarse Camino Costero.
Durante varios siglos, para los peregrinos procedentes
del norte de Europa, ésta era la vía natural
del Camino de Santiago, ya que circular por la franja
costera, al abrigo de la cordillera cantábrica, era más
seguro que hacerlo por el interior.
Desde Irún hasta Villaviciosa hay un solo trazado con
pequeñas variantes aquí y allá. Después de Villaviciosa,
la guía propone un itinerario que, para atravesar los
montes asturianos, tuerce hacia el suroeste en dirección
a Oviedo. Esta parte del Camino del Norte recibe el
nombre de camino primitivo, y en el siglo IX ya fue
recorrido por el rey Alfonso II el Casto.
El Camino del Norte reúne, en sabias dosis, mar y
montaña; un recorrido histórico muy ligado al peregrinaje,
aunque también con abundantes connotaciones
históricas.