La familia Wittgenstein es una de las más ricas, talentosas y excéntricas de la historia europea reciente. El patriarca, Karl, fue un revolucionario en su juventud y un rico empresario en su madurez. De sus ocho hijos, tres cometieron suicidio por culpa de su carácter tiránico. El cuarto hijo, Paul, fue un pianista formidable. El menor, Ludwig, se convertiría en el filósofo más importante del siglo XX.