El protagonista de este libro no sospecha, en 1964, cuando funda Le Nouvel Observateur, que está añadiendo una institución a la vida intelectual francesa. Ni que su revista se convertirá en el lugar de encuentro de la literatura y de la política, en caja de resonancia de los movimientos sociales y de todas las corrientes de pensamiento. Y hoy el escritor observa sin la menor indulgencia, inmerso en esa historia, a un periodista cándido y distante, a un extraño que se siente seguro en la acción y escéptico en las ideas, perentorio y desengañado, esteta y comprometido, laico y místico, ferviente admirador de André Gide, Albert Camus y Mendès France, fiel a una determinada idea de izquierda, y que intenta sobrevivir a la muerte de las utopías y a los fracasos de la descolonización.
«Cuando vemos pasar ante nosotros algunas escenas de nuestra vida, nos decimos: ¿cómo pude yo…? Y ante otras: pero ¿quién es ese hombre…?» Son dos reacciones que Marine de Rabaudy ha querido provocar en Jean Daniel, y que al periodista y escritor le hacen tomar distancia y rememorar sus recuerdos íntimos desde una nueva perspectiva. En cada período, a veces en cada frase, surge un hecho o un sentimiento que no reconoce. Un escritor observa vivir a un periodista y se sorprende: éste, a pesar de las duras pruebas por las que ha pasado, ha tenido una suerte que aquél no siempre considera justificada. Ha vivido rodeado y ayudado por las más grandes, y, a veces, se enfrentó a ellos…