Con Constance, su protegida, Pendergast se ha instalado en un monasterio aislado del Tíbet. Allí se dedica a profundizar en sus estudios y a perfeccionarse en las artes marciales. Sin embargo, su tranquilidad se interrumpe cuando los monjes se dan cuenta del robo de un artefacto único y misterioso, un objeto que lleva siglos encerrado bajo llave en una caja que jamás se ha abierto, y le piden a Pendergast que lo recupere. En su búsqueda, el policía y Constance se ven obligados a embarcarse en el transatlántico más grande y lujoso jamás construido. En poco tiempo el crucero se convierte en un viaje hacia el terror. Porque la fuerza que ha liberado el misterioso artefacto podría destruirles a todos. «A la hora de descubrir al terrible villano, lo más importante es haber encontrado, antes, un gran héroe. Lo supieron Arthur Conan Doyle, Agatha Christie y Raymond Chandler, entre otros. Lo saben Douglas Preston y Lincoln Child.» Rodrigo Fresán, ABC.