El texto de esta pieza fue descubierto por el hispanista italiano Stefano Arata a finales de los años ochenta del siglo XX y fue asociado poco después a Miguel de Cervantes. Arata atribuyó la obra tentativamente, por conjeturas verosímiles, a Cervantes, y, sin embargo, a pesar de tan llamativa advocación el texto ha permanecido en la semioscuridad. Esta edición presenta por primera vez esta pieza mediana, aunque interesante y siempre misteriosa, con las notas filológicas e históricas que requiere la obra. Se admitirá así el discutido valor histórico del teatro de los años previos a Lope de Vega, se pone al alcance del público un texto no carente de aciertos y se recupera, sobre todo, una pieza del rompecabezas cervantino.