En los seis relatos que componen LA TRAMA CELESTE -escritos entre 1944 y 1948- la inagotable fantasía de Adolfo Bioy Casares teje en torno a los juegos de apariencia y realidad, espaciales y temporales, audaces variaciones de sorprendente originalidad. Si «En memoria de Paulina» tiene por argumento la encarnación de una fantasía convertida en destructora obsesión, «De los reyes futuros» toma como motivo las imprevisibles consecuencias de los experimentos de un naturalista. La posibilidad de la existencia de varios mundos paralelos, una ancestral leyenda celta y un intento de vencer al tiempo enmarcado en una investigación casi policial dan origen a «El ídolo», «La trama celeste» y «El perjurio de la nieve», mientras que «El otro laberinto» revela el amor de Bioy «por esa delicada Cenicienta, la belleza menos fácil, la simple».