El libro presenta la edición de dos de las obras cumbre de la producción de Calderón de la Barca, claves del teatro clásico español y de la literatura universal. La vida es sueño, donde Calderón construye su personaje más universal, Segismundo, es paradigma del género de comedias filosóficas, recoge y dramatiza las cuestiones más trascendentales de su época: la libertad o el poder de la voluntad frente al destino, el escepticismo ante las apariencias sensibles, la precariedad de la existencia, considerada como un simple sueño y, en fin, la consoladora idea de que, incluso en sueños, se puede todavía hacer el bien. En El alcalde de Zalamea, Calderón presenta los tres en torno a los cuales giraba el teatro barroco español: el amor, la religión y el honor. El honor individual de un labrador rico y alcalde de Zalamea, Pedro Crespo, cuya hija ha sido violada por un aristócrata capitán de los tercios, se enfrenta al honor corporativo de este último, lo que representa la pugna entre la jerarquía social y la defensa de la justicia por encima de las barreras sociales.