A comienzos del siglo x Constantino Céfalas, un erudito bizantino, sirviéndose de antologías de epigramas griegos de la Antigüedad, compiló la más amplia de éstas nunca vista. Incluía secciones de epigramas funerarios, dedicatorios, convivales y eróticos, distinguiendo estos últimos, según la naturaleza del amado, entre epigramas heterosexuales y epigramas homosexuales. Enriqueció ésta algo más tarde otro erudito, dando forma a lo que conocemos como ANTOLOGÍA PALATINA, en la cual se consagró la anterior separación de los EPIGRAMAS ERÓTICOS, quedando los primeros en el libro v y los segundos en el xii. A cargo de Guillermo Galán Vioque y Miguel Á. Márquez Guerrero -autores conjuntamente de su traducción, así como de la introducción, notas y apéndices que la acompañan-, este volumen proporciona al lector la primera versión castellana de ambos libros.