Segunda novela de la trilogía que SAMUEL BECKETT (1906-1989) escribiera después de la Segunda Guerra Mundial y que abre «Molloy» (LB 266) y cierra «El innombrable» (L 5595),
MALONE MUERE mantiene en la indistinción hombres y objetos, subjetividad y exterioridad. En un universo en el que no cabe adivinar las tendencias ni descubrir el sentido no hay
pecado, pero tampoco salvación: sólo queda la desesperación cósmica, el horror frente a la existencia, la imposibilidad de superar la soledad. Y ese mundo de impotencia e ignorancia se
halla poblado tan sólo de caracteres inmóviles y desnudos que reconocen su existencia, atrapada en un cuerpo en ruinas, mediante el monólogo de la conciencia, cuyos confusos pensamientos y borrosas imágenes se traducen en palabras que, de forma extrañamente caleidoscópica, tratan sin esperanza de fijar la cronología y la identidad de una realidad que se les
escapa.