El paleógrafo Benjamin Messer se encuentra ante el reto profesional más importante de su vida: descifrar unos manuscritos en arameo, datables en los inicios de la era cristiana, que han sido hallados en un lugar próximo a la Magdala bíblica. Los manuscritos parecen una autobiografía, en forma de confesión, de un tal David Ben Jonah, un hombre que vivió acontecimientos históricos bajo el peso de la culpa por las repercusiones de su flaqueza espiritual. Como ese remoto escritor, Benjamin es un escéptico. Pero un escéptico progresivamente invadido por el espíritu de David, embarcado sin quererlo en un doloroso camino de iniciación que le llevará a una nueva plenitud.