Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), creador del inmortal detective Padre Brown, dedicó parte de su prolífica carrera literaria al relato policial, con narraciones en las que, según Borges, no se encontraba una sola página que no contuviera una felicidad. La colección de bolsillo El Club Diógenes reúne buena parte de estos relatos policiacos en dos volúmenes: Las paradojas de Mr. Pond (CD 101) y El hombre que sabía demasiado (CD 111).
El poeta y los lunáticos (1929), aunque se presenta como una novela, en realidad está concebida como una sucesión de episodios que se entrelazan, en los que un loco, el poeta y pintor Gabriel Gale, pone a prueba su increíble capacidad para captar la importancia de detalles que permanecen ocultos o apenas visibles a los ojos de los demás. Las técnicas deductivas que emplea el excéntrico Gale para resolver un crimen o anticiparse al delito sorprenderán al lector por la originalidad de sus planteamientos policiales, y también por el sentido del humor que pone en ellos la acerada pluma de Chesterton.
En algunos pasajes de El poeta y los lunáticos, Chesterton hace evidentes referencias y críticas mordaces, apenas disimuladas, a políticos e intelectuales de su tiempo, contraponiendo, en una más de sus queridas paradojas, la locura clarividente y genial de Gabriel Gale a la supuesta cordura de personajes públicos, que en muchas ocasiones se confunde con la estupidez.