Hace quince años que Ruy, Clarisse y Carlos regresaron a Portugal dejando a Isilda, su madre, aferrada a su hacienda. Supervivientes de una rica familia de colonos portugueses, hundidos en vidas groseras y obsesionados por las miserias que compartieron -l mismo tiempo, causa de su separación y su único nexo- desde que abandonaron África los tres hermanos esperan, como Estragon y Vladimir esperaban a Godot, una reunión que nunca se produce. en Angola, Isilda, que también espera y desea ese encuentro, se aferra a las ruinas de lo que fue su esplendorosa vida sin renunciar al ensueño de Angola, reflejo de lo que ahora es, para todos ellos, una espantosa pesadilla. «Cada nuevo libro de Lobo Antunes es un ensanchamiento de los límites de la novela.» El País