La obra poética de Manuel Vázquez Montalbán es, como señala Josep Maria Castellet en la introducción, una singularidad en la lírica española contemporánea, fundamentalmente porque «asume ... en solitario el riesgo del cambio generacional»; desborda el realismo austero, ideologizado, con pretensiones de objetividad, para llegar a una escritura más libre, comprometida con las experiencias vitales inmediatas y, a través de ellas, con una realidad mucho más multifacética de lo que cabría pensarse y que parecía exigir diversos métodos de aproximación: el autobiográfico, desde luego; pero también la ironía, las ambigüedades de la cultura popular, la sensualidad y la apertura crítica. Y en el fondo parece subyacer un algo de melancolía: la que da el saber del difícil engarce entre lo que se es y lo que se quiere, lo vivido y lo soñado. «Una obra que se interroga, desde la inteligencia crítica, acerca del mundo y su destino, que ahonda en las contradicciones de la existencia y que investiga en las potencialidades de la palabra. Poesía con mayúsculas, en definitiva.» MANUEL RICO