Allí conoció a Joe, un singular personaje con inagotables conocimientos de botánica y agricultura, que contaba fascinantes historias sobre sus viajes por todo el mundo. Jay, hechizado por la magia y la fantasía del viejo, entabló con él una amistad muy especial, que quedó truncada cuando Joe desapareció sin despedirse. Una elegante y locuaz botella de vino "Fleurie de 1962", cuenta lo que ha sido de Jay desde entonces: que no ha sabido escribir nada que merezca la pena. Un día su vida cambia completamente, al hacer realidad un viejo sueño de Joe: comprar una casa en el Sur de Francia, con su viñedo y todo. Allí se verá inmerso en las historias y rencillas de la comunidad. En este ambiente, Jay recordará las enseñanzas de Joe....