Laura Templeton ha crecido en el seno de una adinerada familia californiana. En su privilegiada atalaya, el único sueño que tiene desde que es adolescente parece simple y fácil de conseguir: un buen marido y una familia con salud. Y cuando Peter le propone matrimonio está segura de que su vida será perfecta. Pero su matrimonio no tarda mucho en tambalearse: Peter demuestra no ser ni el marido ni el padre que ella veía en sus sueños de juventud y decide divorciarse. Un sueño roto. Una vida rota. Y dos amigas que, una vez más, serán un apoyo primordial para que Laura, antes de levantar nuevos sueños de éxito y felicidad, consiga descubrir quién es ella en realidad. Como ya hiciera en Un sueño atrevido y en Compartir un sueño , en la novela que cierra esta trilogía, Roberts nos enseña el verdadero valor de la familia, de la amistad y de los sueños.