Apenas nadie lloró la muerte de lord Henry Fitzalan, brutalmente asesinado durante una bulliciosa fiesta. Célebre por sus libertinas costumbres, sus escapadas a medianoche en compañía de bujas y su ilimitado egoísmo, tenía muy, muy pocos amigos. Así pues, la investigación que debe llevar a cabo Hugo Corbett consiste no tanto en hallar a un sospechoso, sino en escoger entre ellos al auténtico asesino.