No existen dos tipos de voz, una para cantar y otra para hablar. Son la misma. Quien canta mal, asimismo habla y respira mal. La voz revela nuestro bienestar o malestar psicol243;gico interno, pero, a la vez, es el instrumento que nos permitir225; redescubrir nuestro verdadero Ser.
La voz es una caracter237;stica tan espec237;fica de una persona como sus huellas dactilares. Constituye, simult225;neamente, tanto un s237;ntoma de sus problemas psicol243;gicos como un instrumento para su evoluci243;n interior. El cuerpo y la mente forman un todo. Serge Wilfart no se limita a reafirmar esa realidad, sino que la lleva a la pr225;ctica.
El autor de este libro ha sido cantante de 243;pera, pero su investigaci243;n sobre la voz le ha llevado mucho m225;s all225;. As237; ha elaborado un m233;todo de trabajo que es, a la vez, terapia y acompa241;amiento espiritual.
Encontrar nuestra propia voz es mucho m225;s que saber cantar en un determinado registro musical. La voz no solo se origina en la garganta, sino que involucra a todo el cuerpo. La voz nos ayuda a percibir y a recorrer los entresijos de nuestro interior f237;sico y ps237;quico. Hay que descender hasta nuestras fuerzas pulsionales, hasta nuestra sexualidad, para poder llevar la voz hacia lo alto.
Educar la voz es 250;til para todo tipo de personas, tanto para quienes la necesitan como herramienta de trabajo como para quienes deseen utilizarla como instrumento para su desarrollo personal y espiritual. Serge Wilfart, profesor de voz, ense241;a en este libro un m233;todo que va m225;s all225; de lo f237;sico. Trabajar sobre el sonido y la respiraci243;n permiten a la persona reintegrar el cuerpo y la mente, reencontrar la armon237;a f237;sica y tambi233;n la mental.