La enseñanza de la psicología requiere de medios técnicos que permitan entrenar competencias propias del quehacer psicológico, las llamadas buenas prácticas. A lo largo de esta obra se establece el recorrido histórico de estos conceptos que son la base para la realización de un trabajo profesional éticamente responsable y científicamente basado. A partir de una discusión general sobre el concepto de competencias y de algunos documentos internacionales sobre el trabajo de los psicólogos, se describen cuáles son las competencias relevantes para la formación de los alumnos en evaluación psicológica utilizando el proceso de evaluación para tratar de identificar las etapas relativas a la descripción, diagnóstico, predicción y, en su caso, valoración de la intervención realizada, utilizando como base argumental un caso práctico.
Los avances de la tecnología y, más concretamente, los sistemas multimedia han permitido un paso de gigante en la enseñanza-aprendizaje del proceso de evaluación psicológica mediante la reproducción de una situación compleja en la que se muestra un caso clínico con una demanda específica, en la que se ofrecen distintos conocimientos relevantes al caso, así como diferentes cauces de acción profesional que el alumno debe ir eligiendo y sobre los que recibe información del resultado. Esto es el SIMAPE: un sistema interactivo multimedia que permite la enseñanza de la actuación del psicólogo en un caso práctico de deterioro cognitivo que requiere recoger información, plantear y verificar potenciales hipótesis, la toma de decisiones en torno a cauces de acción y, finalmente, llegar al diagnóstico demandado por el cliente e informar de lo acontecido a los implicados en el proceso. Con el SIMAPE las autoras pretenden facilitar el aprendizaje de buenas prácticas evaluativas y, con ello, dar un paso más en una respuesta integral a las nuevas directrices de Bolonia con las que se han elaborado los nuevos planes de estudio del grado de Psicología.