Escrita en dos partes que vieron la luz respectivamente en 1599 y 1604, esta novela narra la turbulenta vida de Guzmán -desde que abandonó su casa para trasladarse a Roma hasta su condena a galeras- en la que fue ladrón, estafador y proxeneta. Guzmán de Alfarache es una de las obras más representativas de la novela picaresca, aunque a diferencia de otras del género se centra menos en la crítica social que en la descripción del delito y sus consecuencias. Eso explica su desarrollo en dos planos, el de la narración de las aventuras de Guzmán y el de las reflexiones moralizantes sobre el delito, el pecado y el sentido de la vida, muy influidas por el misticismo y el pensamiento estoico. Fue muy popular en su época en toda Europa.