¿Qué importa más a la sociedad, educar para repetir y acumular saberes o preparar a las personas para que aprovechando los recursos disponibles resuelvan los problemas del presente y del futuro?...
Se encuentra, en la pedagogía actual, una supervaloración de las vocaciones intelectuales y una baja estima de la emocionalidad. Se ocupa poco del desarrollo de la iniciativa y de la fantasía.
La educación para la creatividad responde al objetivo primario de toda educación: insertar eficientemente al individuo en el medio social, hacerle capaz de enfrentarse con éxito al mundo que le espera en un futuro inmediato o remoto, a un mundo en cambio. Hay que educar para configurar el futuro o seremos arrastrados por él.
El diagnostico y el cultivo de la creatividad va a ser y es el objetivo capital de toda formación posterior: se trata, sencillamente, de que cada cual se exprese, produzca, invente y mejore su entorno movilizando todas sus energías.
Respondiendo a las anteriores preocupaciones nos planteamos el problema de las relaciones entre la Creatividad, Inteligencia y Rendimiento escolar e interese, concretando un estudio experimental de la evaluación de la Creatividad inteligencia, rendimiento e intereses así como de sus correlaciones y posibilidades de predicción.
En esta investigación participaron veintidós centros educativos de Málaga y provincia, de titularidad pública y privada, representando al alumnado de la capital, de la sierra y la costa. De 8 a 15 años de edad. En estos centros escalares se realizaron pruebas estandarizadas y baremadas con la finalidad de detectar a aquellos alumnos o alumnas bitalentados (inteligentes y creativos), de talento intelectual (inteligentes) y de talento creador (creativos). Se evaluaron los siguientes aspectos: inteligencia, rendimientos, intereses y creatividad.