«Los encuentros... señalan y revelan nuestra existencia, pero éstos se reclaman el uno al otro, y un encuentro exige siempre otro aún más profundo y verdadero.
Ésta es, en el fondo, la huella que Dios ha dejado de sí en la creación. Uno de los descubrimientos mayores de la vida es aquél que una mística holandesa medieval (Hadewych) expresaba así:
`El amor divino se muestra siempre escondiéndose,/el hombre lo sigue y éste permanece invisible;/esto por tanto hace estar al corazón continuamente en vela.`
Es con esta certeza con la que iniciamos un camino de educación al amor, dedicado sobre todo a las jóvenes parejas que se preparan para celebrar el sacramento del matrimonio. Pero es un camino educativo que pueden recorrer con utilidad todos aquellos que quieran aprender mejor a comprender al hombre: a sí mismos y a los demás.»
Antonio Sicari