Dos intelectuales y escritoras que se conocen desde los años 60 y comparten intereses y compromisos similares deciden compartir también la realización de un libro. En él tratan lo que les ha preocupado desde siempre, lo que se puede leer en sus trayectorias de intelectuales y novelistas, en la linde del inconsciente y del vínculo social, y que el fin del segundo milenio cargaba de actualidad: lo sagrado. Pero no la religión, ni su contrario, que es la negación atea, sino esa experiencia que las creencias amparan y explotan a la vez, en el punto de encuentro de la sexualidad y el pensamiento, del cuerpo y del sentido, que las mujeres realizan intensamente pero sin preocuparse por ello, y en la que les queda mucho por decir: ¿Existe lo sagrado específicamente femenino?