Los Tópicos de la Muerte - La gran negación constituye un recorrido por las más profundas -arcaicas pero presentes- vivencias y creencias sobre la Muerte, elaboradas arquetípicamente por el ser humano, formando ya parte endógena de su sustancia. Representan el fondo mágico-estructural sobre el que se fundamenta el hombre, y está latente en él, independientemente de su nivel intelectual o cultural. Emergen con todo su poder inconsciente y primitivo, inefable y metafórico, en los momentos más dolorosos de la existencia, como es, por ejemplo, la muerte de un ser muy querido o la proximidad del propio final.
Partiendo, pues, de virtuales diálogos sofísticos sobre la muerte con Sócrates en los Propileos, seguimos un hilo conductor con el fin de desentrañar el imaginario humano desplegado sobre y contra la gran angustia tanática. Y así abordamos las buenas y malas muertes, el bien y el mal morir, y el cómo las personas preferirían morirse, si tuvieran elección.
Desciframos la filología y las figuraciones de la Muerte, y rastreamos la sarta de arquetipos y tópicos sobre ella. La muerte personificada (como bello joven o como esqueleto, como Dama o como Caballero, y hasta como niña). La Muerte Triunfante, y la Muerte en vida. O la culminadora, y la justificante, o la igualadora. La muerte como hermana o como enemiga; como necesaria o como absurda; como polvo y como Nada, y y la Muerte anónima. La Muerte romántica (y el necrorromanticismo), y la Muerte sabia, y la bella, y la salvadora, la buena enfermera... La Muerte como madre (y Madretierra), como noche, y como sueño... La Muerte viva, y la serena, y la sosegada. Y hasta las muertes tontas y las de risa, y otras tantas. Llegamos a considerar infinitos muertos (que nos sustentan) en sus versiones de: "el" muerto, "los" muertos, "mis" muertos y "tus" muertos. Descubrimos la ética y la estética de la calavera. Y desembocamos así en la Gran Negación, que es la más completa ceguera y la más total ignorancia para ver lo más visible y saber lo único que podemos saber verdaderamente. Esa gran negación presenta varias formas de rechazo, que estudiamos. pero la peor, y más extendida, es la que origina el Gran Escándalo: esa negación de la Muerte que hace posible que mucha gente se muera todavía de mala manera.
Fundamos ampliamente la obra, como alegación lírica, en versos de nuestros mejores poetas españoles o hispanos.