«Han pasado cien años desde la publicación de ?El sometimiento de la mujer? y, sin embargo, este ensayo sigue siendo casi único como análisis intelectual de la situación de la mujer, y como llamada a una acción política para lograr la igualdad entre los sexos. Nada que se le pueda comparar había sido publicado antes de 1869, y nada iba a aparecer hasta la publicación en 1898 de ?Women and Economics?, de Charlotte Perkins Gilman, y, cincuenta años más tarde, en 1949, ?Le deuxième sexe?, de Simone de Beauvoir. Estos tres volúmenes constituyen hitos, tanto en la larga historia del movimiento de la mujer a favor de sus derechos políticos y económicos, como en la historia más corta de los análisis intelectuales de los papeles del sexo y de las relaciones entre los sexos.8200;Los tres comparten esa rara cualidad del análisis intelectual riguroso combinado con la entrega apasionada a la causa de la igualdad sexual. ?El sometimiento de la mujer? tiene un interés muy especial como primero y único de los tres escritos por un hombre [...] Para las generaciones del siglo XX que han visto la tiranía y la supresión de la libertad humana bajo toda clase de gobiernos: fascistas, comunistas y democráticos, la invocación que hace John Stuart Mill de los derechos de los hombres y mujeres a la libertad y a la justicia tiene un fuerte y persistente poder de atracción. Y para las mujeres del siglo XX, que han visto muy poca diferencia en la condición actual, si no en los derechos legales, de la mujer bajo cualquiera de las formas existentes de gobierno, ?El sometimiento de la mujer? continúa sirviendo de afirmación repetida de su derecho humano a una plena igualdad, y de análisis agudo de los obstáculos que les impiden el camino hacia este derecho.»
(Alice B. Rossi, de la «Introducción»)