¿Conoce bien a su mejor amigo? ¿A su
amada? ¿Y a Platón? ¿Y la Divina
Comedia?
¿Qué quiere decir en realidad conocer a
una persona? ¿Y conocer una obra?
Aristóteles dijo que no hay ciencia de lo
individual. ¿Es posible no obstante un
conocimiento de lo individual? Si no es así,
¿por qué? Si es así, ¿en qué consiste?
¿Cómo se llega a él? ¿Qué objetos lo
requieren? ¿Qué exige del sujeto? ¿Qué
relación tiene con el conocimiento de sí?
¿Por qué no existe todavía una buena
epistemología del conocimiento de lo
individual? ¿Sobre qué ontología debería
basarse?
Este libro esboza algunas respuestas a
estas preguntas. Su ambición personal es,
no obstante, plantearlas con toda su
riqueza, remitiéndolas a un tiempo a un
único problema: el del conocimiento
personal.