Sarajevo. Diario de un éxodo constituye el testimonio del autor durante el asedio de Sarajevo. Es, a la vez, un retrato cultural, literario e histórico de la ciudad y una aguda reflexión sobre los desastrosos efectos de la guerra de Bosnia, sobre el cuestionado papel de Occidente y, en especial, sobre el papel del arte, que de acuerdo con el autor, ante todo debería protegernos contra la indiferencia.