En los últimos años se ha despertado un interés entre las mujeres de orientación feminista sobre la figura de María, quienes ven en Ella un símbolo de la represión de las necesidades femeninas. Este símbolo es expuesto por la autora conforme al estudio de los cuatro dogmas marianos: nacimiento virginal, maternidad divina, concepción inmaculada y ascensión de María a los cielos. A través de estos dogmas, se trata de redescubrir en los símbolos marianos no sólo valores del cristianismo primitivo, sino también el pasado común y sus propias raíces religiosas. Éstas van mucho más allá del cristianismo y les abren las puertas a esquemas de representación religiosa libres del sambenito de lo herético y lo demoníaco, que el género femenino tuvo que cargar sobre sí a todo lo largo de la tradición cristiana.
Se establece en este libro un planteamiento de conciencia en nuevos puntos de partida que se suponen en la teología de la liberación y la teología feminista.