Los problemas teóricos con que se enfrenta la patología mental parecen provenir del hecho de que las nociones de enfermedad, síntoma y etiología adquieren en ella el mismo sentido que en la patología orgánica. Si definir la enfermedad y la salud psicológica. Si definir la enfermedad y la salud psicológicas resulta tan difícil, ¿no será porque nos esforzamos en vano en aplicarles masivamente los conceptos destinados a la medicina somática, atribuyéndoles la causalidad de las perturbaciones orgánicas?
Es evidente que la ciencia médica, al establecer la división entre lo positivo y lo negativo, lo normal y lo patológico, lo comprensible y lo incomunicable, lo significante y lo insignificante, codifica la rarez -la anormalidad- de aquello que escapa a lo racional, lo que da lugar a un amplio movimiento destinado a poner vallas: el loco al asilo, el enfermo al hospital, el asocial a la prisión.
Frente a esto, el texto de Foucault pretende demostrar que la raíz de la patología mental no debe estar en una especulación sobre cierta "metapatología", sino sólo en una reflexión sobre el hombre y sobre las ciencias humanas: una reflexión liberada de esas abstracciones que oscurecen la verdad de la enfermedad y alienan la realidad del enfermo.