La proliferación, desde hace más de un siglo, de estudios psicológicos en torno del desarrollo humano y de la educación, organizados sobre la base de las dos disciplinas correspondientes, psicología del desarrollo y psicología de la educación, da fe de la importancia teórica y práctica del análisis de estos dos fenómenos. Sin embargo, la progresiva consolidación de ambas como disciplinas científicas condujo a una delimitación de sus fronteras y a un proceso de autonomía que haría más difícil el diálogo entre ellas. Salvo algunas excepciones notables, como puede ser la aportación de Vigotsky, dos campos tan estrechamente vinculados entre sí han sido abordados por estudios que se han dado mutuamente la espalda, sin centrarse en las relaciones entre desarrollo y educación. Este es, precisamente, el objetivo central del presente libro que, partiendo del concepto de «cambio psicológico» intenta develar dichas relaciones tomando en consideración los postulados teóricos de los autores más influyentes de la psicología contemporánea.
Teniendo en cuenta además que las prácticas educativas son un puente entre desarrollo y cultura, que el desarrollo humano es un proceso íntimamente vinculado a un contexto social y cultural, desarrollo, cultura y educación forman un triángulo cuyas relaciones han de ser desentrañadas para arrojar algo de luz a estos tres fenómenos centrales en la vida humana.