Siempre se dijo que la importancia de Bizancio fue haber logrado la subsistencia de la
cultura antigua durante la Edad Media y luego haber transmitido los conocimientos y los textos filosóficos hacia Occidente. Eso
es una verdad, pero no la única. Bizancio, gracias a la acción de sus grandes
hombres y mujeres, fue un mundo dinámico, cambiante, una sociedad perfectamente definida que buscó siempre que pudo el bienestar de sus ciudadanos y el florecimiento de su cultura y conocimientos. Fue el baluarte de Occidente contra los musulmanes, es cierto, pero también fue de una enorme y fundamental influencia sobre el mundo árabe ilustrado, conformando el único ejemplo en la historia de una
sociedad medieval que no diferenció entre Occidente y Oriente,
ya que aunaba los dos mundos.