Estas páginas contienen una reflexión sobre un tema importante en el mundo antiguo: el aprovisionamiento de cereal al ejército romano. El hecho de que la base de la alimentación fuera el grano y su ausencia la causa más frecuente del descontento y de las sublevaciones en el seno del ejército motivó el desarrollo de férreos mecanismos de control y administración de los alimentos enviados a las tropas. Este trabajo ofrece información novedosa sobre este asunto y proporciona las claves para conocer mejor la dieta del soldado y las infraestructuras y construcciones asociadas al abastecimiento militar, desde la fase republicana al periodo bajoimperial.
Para el análisis del aprovisionamiento de cereal al ejército, el principal testimonio arqueológico que se conserva son los almacenes y graneros (horrea). El estudio detallado de estos edificios pretende servir de manual de referencia para el profesional que debe interpretar correctamente las estructuras descubiertas, ofreciendo información detallada sobre técnicas constructivas, dimensiones y otros datos de interés. En último término, permite reconstruir la apariencia de estas edificaciones y conocer la evolución de los sistemas empleados en su construcción, que se fueron adaptando a las necesidades del ejército en cada uno de los periodos durante los que se mantuvo vigente la hegemonía de Roma.
Esta obra muestra al público general y al profesional de la arqueología un aspecto esencial en la expansión y consolidación del Imperio Romano, pues el aprovisionamiento de cereal fue una de las claves económicas que permitió a los generales romanos mantener alta la moral de sus ejércitos con alimentos a los que estaban acostumbrados y se convirtió en el motor que impulsó el ánimo y el fervor de las tropas, consiguiendo así su eficacia en la batalla y su lealtad en tiempos de paz.