No hubo en el siglo xx teoría científica que provocara un debate mayor en la filosofía que la teoría de la relatividad. El empirismo veía en la relatividad la ratificación del fenomenalismo, un proyecto epistemológico en el que se embarcaron sus mentes más brillantes: Russell, Whitehead, Carnap y el científico Ernst Mach. A lo largo de tres décadas, trataron de justificar que la relatividad encarnaba el ideal de una ciencia sin metafísica, un refuerzo definitivo para una filosofía científica alejada de la especulación de la filosofía tradicional. De su lucha para conectar la relatividad con la experiencia sensorial cotidiana surgió el marco epistemológico en el que se desarrollaría el positivismo lógico. Este volumen pretende aclarar el impacto en el pensamiento filosófico de la revolución física introducida por la teoría de la relatividad.