A los no iniciados, la verdad quizá les sorprenda por paradójica: un economista no sabe invertir mejor que un ciudadano medio. ¿Para qué, entonces, estudiar Economía si no aprenderemos a invertir mejor que el resto? Para Javier García, Andrés Alonso y Abel Fernández, la economía es un conjunto de herramientas para reflexionar sobre el mundo y la sociedad. Y dichas reglas pueden aplicarse tanto a asuntos estrictamente monetarios como al más banal de los problemas cotidianos, como una dieta, dejar de fumar? ¡o incluso una cita romántica! Después de años debatiendo a diario las cuestiones cotidianas desde una óptica económica, fundaron Sintetia.com, una web de análisis económico que tenía la vocación de no adoctrinar, sino de educar y promover el debate de ideas desde la neutralidad y la evidencia empírica. Ésta es también la propuesta que nos trasladan en este libro: no preguntéis en qué acciones deben invertir, porque lo único que saben los autores es que no son mejores que vosotros averiguándolo. Pero esta humildad que les caracteriza no debe tomarse como algo colateral. Es la herramienta central que se va desmenuzando en sus doce capítulos: la duda como herramienta de investigación científica. Estas páginas explican que la economía es la ciencia de la incertidumbre y el método de prueba-error es la palanca del progreso humano.