Ampliamente ilustrado, el libro estudia el amplio panorama de la pintura egipcia en toda su riqueza y diversidad. A lo largo de sus páginas, el autor examina los materiales utilizados por los pintores antiguos y explica las convenciones y los métodos que rigieron sus obras. Siguiendo las pautas marcadas por la tradicion, hubo grandes artistas cuyas obras merecen ser valoradas, tanto por su valía como por formar parte de un ciclo histórico cuya duración en el tiempo, tres mil años, no tiene parangón en ninguna cultura.