Sin duda, la piscina de borde, llamada Infinity, constituye uno de los diseños más populares, y también de los más costosos, puesto que es el preferido de los arquitectos paisajistas y de los diseñadores expertos en este campo. El término Infinity deriva del efecto visual producido por uno o más bordes de la piscina, que, al situarse por debajo del nivel del agua, contribuyen a que la superficie de ésta se funda con el horizonte, creando la ilusión de un plano infinito. Este efecto es particularmente impresionante cuando la piscina se encuentra ubicada frente a una mayor extensión de agua, como el mar, o cuando se halla en un terreno elevado y dispone del cielo como telón de fondo.