Orson Welles (1915-1985) fue el niño prodigio que electrizó a Broadway a los 21 años de edad, que aterrorizó a Norteamérica con su emisión radiofónica de La guerra de los mundos (a los 25 años), y que asombró a Hollywood con Ciudadano Kane, que aún hoy sigue siendo considerada la película más brillante de la historia del cine. Su siguiente filme, El cuarto mandamiento, fue exhibida en una versión mutilada por los estudios, y la reputación de Welles se hundió con la misma rapidez con la que la había creado. Durante el resto de su vida luchó duramente por mostrar su verdadero genio, tratando de llevar al escenario ambiciosas producciones, revolucionarias creaciones televisivas y películas del calibre de La dama de Shanghai, Sed de mal y F for Fake. Welles nunca se rindió ante las circunstancias adversas y su admirable vida sigue sirviendo de inspiración y modelo para creadores ambiciosos.