Las interrupciones durante el rodaje de Mamma Roma fueron aprovechadas por Pasolini y su ayudante, el también cineasta Carlo di Carlo, para meditar en voz alta, frente al magnetófono, sobre diferentes aspectos de la película y sobre su propia escritura cinematográfica. La transcripción de estos fragmentos o appunti fimici se acompaña con imágenes del rodaje, guiones, bocetos y documentos de trabajo, así como diferentes artículos de estudiosos y especialistas en la obra de Pasolini. Coeditado con la Fundación Luis Seoane de La Coruña, el texto también está traducido al gallego.