El presente libro aborda las distintas técnicas de trabajo de los historiadores, a través de los logros y las limitaciones de las diversas corrientes de investigación historiográficas que hoy se despliegan. Se realzan los asuntos de método y las preocupaciones teóricas que, a lo largo del siglo XX, han dado cuerpo a la historiografía occidental, cuya producción actual continúa obediente a enfoques propios del historicismo realista y objetivista. Ante ellos, se analiza la plena vigencia de las historias «alternativas» -la sociedad, la economía, la demografía, la sociología, las mentalidades y la antropología- y la aparición de nuevos enfoques como la historia oral, cultural, ambiental o local. La autora aborda los clásicos problemas de fundamentación epistemológica de la historia, para ofrecer una actualización de nuestros fundamentos, como un recordatorio renovado de la estructura disciplinar del oficio del historiador.