"Aprender a terminar" es el monólogo de una mujer que cuida de su marido después de un grave accidente de automóvil y espera que durante esta larga convalecencia pueda renacer su amor. Prepara la casa para cuando llegue del hospital, le cuida, llega a tomar a veces su abandono y su silencio por complicidad, y transforma los meses en que se va recuperando del accidente en una ilusoria luna de miel.
"Aprender a terminar" es la voz de una mujer, de los recuerdos del tiempo en que ambos eran uno solo, de la esperanza de que volverá a ser todo igual y que su regreso a casa es una nueva oportunidad. Aunque él no lo quiera y ella sepa que se engaña. Porque en su memoria también van apareciendo el desmoronamiento cotidiano de su vida anterior, la incomprensión y el rencor en que se había refugiado.
"Aprender a terminar" es el desgarro que produce toda ruptura, en la que se mezcla el anhelo por recuperar lo que se ha perdido con la angustia de que no sea posible, la esperanza con la obsesiva presencia de los celos. Pero también es el camino que tiene que recorrer desde la soledad y el miedo a ser abandonada hasta el día en que ya no tiene que bajar los ojos para no ver que él "nunca más volverá a mirarla como los hombres miran a las mujeres".