Pilar Pedraza, escritora singular y de culto
en el ámbito de nuestras letras, autora entre otras obras de una
extraordinaria novela emparentada con la tradición más cruel
de la literatura gótica, La fase del rubí, y más
recientemente Las novias inmóviles, nos ofrece en esta ocasión
una historia preñada de brujería y erotismo: Paisaje
con reptiles, una narración de ritmo magistral, en la que
realidad y sueño -o vigilia y pesadilla- se confunden en el ambiente
tórrido de una pequeña isla tropical.
Alicia, joven pintora y soñadora empedernida,
va a pasar unos días con Julius, su marido, un ingeniero de mente
científica destinado a la plataforma petrolífera de la isla
para analizar una misteriosa mancha que se extiende por el mar, una mancha
viscosa formada por residuos tóxicos y algas en descomposición
que parece haber cobrado vida propia y amenaza la paz secular de los isleños.
Pronto su solitario deambular lleva a Alicia a descubrir
extrañas conexiones entre la mancha, Julius, las sangrientas leyendas
de la isla y una inquietante niña-bruja, «sacerdotisa de las
tortugas», que la sumergen en una experiencia mágica y aterradora.
Pilar Pedraza ha logrado en esta novela crear
una atmósfera de intensidad creciente, donde la degradación
de la naturaleza se corresponde enigmáticamente con la degradación
física y moral de algunos personajes.