«La presente antología de textos de Flannery O`Connor es la primera publicada en España. Dos de los ocho cuentos y los tres ensayos se publicarán por primera vez. (...) La selección ha sido ardua aunque, por otro lado, estoy segura de que ofrecemos una antología que incluye los trabajos más significativos de la autora a lo largo de los dieciocho años que su corta vida le permitió dedicarse a la escritura, a excepción de las novelas». (de la Introducción de Guadalupe Arbona) «Cuando se nos invita a representar el país de acuerdo con un análisis, se nos pide separar el misterio de las formas y el juicio de la visión, para poder producir algo que esté de acuerdo con el temperamento moderno. Se nos exige que demos forma a nuestras conciencias a la luz de las estadísticas, que es como poner en el lugar de lo absoluto lo relativo. Para muchos esto sería conveniente porque vivimos en una época en la que no están fijadas las creencias, pero es imposible para una escritora católica. Sentiríamos que este servicio que se nos pide produciría una literatura pesada, informe y sentimental (...) En las mejores narraciones, el sentido moral del escritor coincide con su dramático sentido y yo no veo otra forma de hacerlo que no sea a través de un juicio moral que participe de la forma de mirar; entonces el creador es libre de usarlo. He oído decir que ser cristiano es un lastre para el escritor, pero tengo que decir que nada más lejos de la verdad. Realmente, deja libre al narrador para observar. El cristianismo no es un conjunto de reglas que fija lo que se ve en el mundo. Fundamentalmente afecta a la escritura garantizando el respeto por el misterio». (Flannery O`Connor, «The fiction writer and his country»)