Lars Belden acude una noche en secreto a la casa de una antigua amante, Sela Huber, al enterarse de su muerte. Aunque hacía tiempo que había desaparecido de su vida, nunca llegó a olvidarla y decide volver a su piso, durante cinco noches de frío y lluvia, impulsado por todas las preguntas que habían quedado sin respuesta en el pasado. Lars recompone hechos, completa diálogos, pone nombre y rostro a lo que sólo fueron incógnitas o sombras adivinadas. Reconstruye un pasado fragmentado,
del que formó parte y que marcará su futuro, con pertenencias y testimonios de Sela que sirven para resolver enigmas y aclarar un todavía insospechado misterio.
En CINCO NOCHES DE FEBRERO Eduard Márquez profundiza en los límites de la posesión amorosa. Los celos y el peso de la culpa, a través de la memoria, son combinados estilísticamente en una estructura musical, con sus cinco movimientos y repeticiones de motivos que realzan la dimensión poética de la novela. Con una prosa contenida, elegante, de gran densidad lírica, y un ritmo cuidado, Márquez crea una atmósfera prescindiendo de descripciones gratuitas. Su rigor lingüístico busca expresiones concisas en un esfuerzo por acercar la poesía a la novela.
CINCO NOCHES DE FEBRERO recibió elogiosas críticas en su primera edición en catalán. De «bellísima novela» la calificó Enrique Vila-Matas, en El País; de «excelente», Joan Barril, en El Periódico; de «magnífica historia, armada sobre un esquema de thriller y dotada de una sombra alargada en la mejor tradición de la novela de análisis psicológico y moral», Jordi Llavina, en La Vanguardia.