En noviembre de 1887 el editor norteamericano S.S. MacClure visitó a Stevenson en Saranac Lake, su refugio en las montañas de Adirondack (en el estado de Nueva York), y el escritor le contó su deseo de viajar a los mares del sur, aventura con la que había soñado desde que tenía veinticinco años. MacClure le sugirió que el crucero podía costeárselo dando conferencias en EEUU a su regreso y escribiendo una narración de su viaje en forma epistolar que saldría en publicaciones periódicas --dicha narración apareció finalmente en 1896 con el título de En los mares del Sur (Avatares nº 1)--. Unos meses más tarde de este encuentro RLS llega a San Francisco para reunirse con su mujer, que acababa de alquilar el yate Casco a un excéntrico médico de Maine. Así comenzaba la última gran aventura del errabundo escritor escocés.
En el marco incomparable de aquellas islas, Stevenson escribió, entre 1889 y 1993, sus últimos cinco cuentos, historias que conforman la presente antología, incluída La hechicera –relato autobiográfico sobre la relación de un joven romántico y bohemio con una mujer de carácter, autoritaria, decidida y perspicaz--, que se traduce por primera vez al castellano. Tres de ellos aluden específicamente a temas y personajes de aquellos lugares primitivos y exóticos, y todos comparten la fascinación por el poder de la magia, ya sea el engatusamiento en una relación amorosa La hechicera, el pacto con el diablo El diablo en la botella, los hechizos tanto fingidos como reales La playa de Falesá y La isla de las voces o un maleficio inexorable y fatal La mujer errante.