En 1792, una sanguinaria bestia hace estragos en la Hoya de Castalla, donde cunden rumores sobre una extraña epidemia. El botánico A.J. Cavanilles recorre la región en busca de un antídoto contra la hidrofobia mientras elabora un catálogo de plantas por encargo de Carlos IV. Para poder adentrarse por zonas escarpadas llenas de peligrosos precipicios toma como guía a un avispado muchacho del lugar, el pícaro Ángel Taras, que servirá como contrapunto del ilustrado. Iniciada la expedición, pronto serán testigos de siniestros acontecimientos: un cadáver incorrupto al ser desenterrado sangra por la nariz y los oídos, es hallado un difunto sin una gota de sangre, un animal aterrador acecha por los alrededores...
Ya avanzado el viaje y conseguido el posible antídoto, cobra cuerpo la amenaza de unas fuerzas vampíricas sin freno que asolan la región valiéndose de una belleza y sensualidad arrebatadoras –así como de una descarnada brutalidad–, y convierten la vida de los dos viajeros en un verdadero infierno.
El desenlace, decididamente sorpresivo, tiene una doble lectura a la luz de los conocimientos científicos sobre la rabia, los murciélagos y el vampirismo.
Yo fui guía en el infierno narra una aventura iniciática, pues tras las terribles experiencias compartidas por los dos protagonitas sus vidas ya no volverán a ser las mismas.
En esta novela Fernando Arias nos da muestras de su habilidad literaria con la fiel recreación de una época, el sabio manejo del humor picaresco y una intriga sostenida hasta el final.
Fernando Arias (Valencia, 1947)
ha trabajado como corresponsal,
cronista radiofónico (Servicios españoles
de la BBC de Londres), crítico de arte
y documentalista.
Ha publicado las novelas
Concierto salvaje (1979),
Pájaros de altura (1984),
El canalla ceremonioso (1988),
Diluvio de cenizas (1994) y
El ojo hambriento (2001),
con la que había obtenido
el LXII Premio de Literatura Alfonso
el Magnánimo,
así como los libros-reportaje
Los graffiti: juego y subversión (1977) y La Valencia de los años 30: Entre el paraíso y el infierno (1996).
Relatos suyos han aparecido en libros
colectivos y en prensa.
En sus obras ha fundido diversos géneros literarios (novela de aventuras, parábola futurista, intriga, terror...)
con la tradición picaresca castellana y unos conceptos emparentados
con la posmodernidad.
Yo fui guía en el infierno recibió el Premio de Narrativa Vicente Blasco Ibáñez / Ciutat de València 2004 por unanimidad del jurado.